Ergonomía
portabebé ergonómicoPorteo Seguro
Vamos a tener en cuenta las siguientes consideraciones para que el porteo sea seguro y ergonómico:
Asegurarse que las vías respiratorias del bebé estén en todo momento libres.
Debe garantizarse que el bebé respire cómodamente, más que nada cuando duerme. Importante estarlo revisando periódicamente. Ello más que nada con los bebés recién nacidos, prematuros o que tienen un bajo tono muscular; ya que no cuentan con la autonomía física para tomar otra postura si quisiesen respirar mejor.
Para verificar que respira correctamente, ten en cuenta: que su mentón no se pegue al pecho, sujetar la cabeza del bebé con la tela teniendo cuidado de no tapar por completo su cara para que lo puedas estar supervisando y tener en cuenta que su cabecita debe estar ladeada ligeramente mirando hacia arriba.
La espalda del bebé debe tener forma de “C”. Es la tendencia natural del bebé estar en dicha posición, luego debe respetarse dicha postura. Ten en cuenta que se deben respetar los el desarrollo del bebé de acuerdo a su edad; es decir, el tono muscular se va dando paso a paso en su crecimiento, así entonces, a un bebé recién nacido no debe forzársele el estiramiento y uno más grande no se recomienda estar sobre recogido. De ahí la importancia de reconocer su postura al dormir, para ir acompañando el desarrollo de su cuerpo sin forzar. De la misma manera cuidar la posición de su columna, donde cada vértebra debe estar bien asentada una sobre otra, en correcta posición sin extrañas curvas.
Que la pelvis se hallé basculada y el periné se apoya en el cuerpo de quien lo lleva. Se debe tener muy presente que la pelvis del bebé debe quedar con la parte inferior adelantada y más arriba, el periné apoyado sobre el cuerpo de quien le carga; evitar posición de ombligo-ombligo. Es así como se garantiza que el bebé tenga la postura correcta.
Posicionar la cola del bebé más bajo que las rodillas; haciendo una “M” con las piernas. Esta es la que se ha denominado “posición de ranita”. De todas maneras es de tener en cuenta que se debe diferenciar entre portear un recién nacido a un bebé más grande.
Entonces, es claro que cuando porteas a un bebé recién nacido no se dibujará perfectamente la “M”, pues el bebé aun no logra abarcar el cuerpo de quien lo carga. Lo que se notará es una pose encima, donde sus pies aún se mantienen juntos.
En el caso de un bebé más grande ya es posible que rodee con sus piernas a su porteador, teniendo en cuenta que su culito no quedará tan bajo. Lo más importante a considerar es el desarrollo físico del bebé, su desarrollo muscular que facilita todo la posición.
Que tu bebé quede a un beso de distancia. Se recomienda que al ubicar a tu bebé, su cabecita quede tan cerca como para poder darle un beso; obviamente evitando que se le pueda golpear con la barbilla. Para cuando el bebé es recién nacido suele ubicarse por encima del ombligo; ya en la medida que crece irá quedando más bajo. Cuando tu bebé ha crecido lo suficiente que llega a no permitirte una buena visibilidad, debes entonces considerar el porteo en la espalda, además te cansaras menos.
El ajuste del portabebés debe ofrecer comodidad para ti y para el bebé. Es importante que el portabebés mantenga un ajuste que no permita que el bebé se separe de tu cuerpo si te llegas a inclinar, pero se recomienda una holgura mínima, por ejemplo que quepa un dedo entre el fular y tu bebé.
Si dejas el fular muy flojo, al inclinarte hacia atrás para corregir la postura y mejorar la forma de llevar el peso ocasionarás que el bebé tome una postura inadecuada de su espalda y piernas; lo que declina en mala ergonomía y nada de seguridad. Y si es el caso de que el fular te quede apretado, provocarás que lleves los hombros hacia adelante provocando mayor presión a la tela lo que conlleva a aplastes la espalda del bebé, lo que afecta su ergonomía y posición natural. Debes ir ajustando el portabebés, hasta sentir la comodidad para ti y para el bebé.
Comodidad y sin tensiones. Es claro que la parte ergonómica no solo corresponde al bebé sino a quien le portea. De ese modo, ten en cuenta los siguientes tips para cuando lleves a tu bebé: 1. Espalda y hombros rectos. Ello se consigue con el ajuste correcto. 2. Los centros de gravedad del bebé y del porteador, deberán estar lo más cerca posible. De esta forma es más fácil mantener el equilibrio. 3. Conserva la pelvis en eje con las piernas y los pies en paralelo. Ello para conservar el equilibrio y de igual manera repartir el peso de forma igual entre las piernas, lo que da seguridad al momento de portear.
Finalmente queremos mencionar que el hecho de portear y permitir un movimiento más fácil en las actividades, no quiere decir que podemos hacer de todo. Así entonces no es propio, mientras porteas, hacer actividades como: conducir, montar bicicleta o patineta, cocinar, nadar entre otras actividades “extremas” que ponen en riesgo la salud del bebé y de quien lo lleva.
El momento de portear debes ser un espacio para disfrutar con tu bebé y hacer de esos momentos experiencias afables y que contribuyan al desarrollo sano de tu bebé.
La espalda del bebé debe tener forma de “C”. Es la tendencia natural del bebé estar en dicha posición, luego debe respetarse dicha postura. Ten en cuenta que se deben respetar los el desarrollo del bebé de acuerdo a su edad; es decir, el tono muscular se va dando paso a paso en su crecimiento, así entonces, a un bebé recién nacido no debe forzársele el estiramiento y uno más grande no se recomienda estar sobre recogido. De ahí la importancia de reconocer su postura al dormir, para ir acompañando el desarrollo de su cuerpo sin forzar. De la misma manera cuidar la posición de su columna, donde cada vértebra debe estar bien asentada una sobre otra, en correcta posición sin extrañas curvas.
Que la pelvis se hallé basculada y el periné se apoya en el cuerpo de quien lo lleva. Se debe tener muy presente que la pelvis del bebé debe quedar con la parte inferior adelantada y más arriba, el periné apoyado sobre el cuerpo de quien le carga; evitar posición de ombligo-ombligo. Es así como se garantiza que el bebé tenga la postura correcta.
Posicionar la cola del bebé más bajo que las rodillas; haciendo una “M” con las piernas. Esta es la que se ha denominado “posición de ranita”. De todas maneras es de tener en cuenta que se debe diferenciar entre portear un recién nacido a un bebé más grande.
Entonces, es claro que cuando porteas a un bebé recién nacido no se dibujará perfectamente la “M”, pues el bebé aun no logra abarcar el cuerpo de quien lo carga. Lo que se notará es una pose encima, donde sus pies aún se mantienen juntos.
En el caso de un bebé más grande ya es posible que rodee con sus piernas a su porteador, teniendo en cuenta que su culito no quedará tan bajo. Lo más importante a considerar es el desarrollo físico del bebé, su desarrollo muscular que facilita todo la posición.
Que tu bebé quede a un beso de distancia. Se recomienda que al ubicar a tu bebé, su cabecita quede tan cerca como para poder darle un beso; obviamente evitando que se le pueda golpear con la barbilla. Para cuando el bebé es recién nacido suele ubicarse por encima del ombligo; ya en la medida que crece irá quedando más bajo. Cuando tu bebé ha crecido lo suficiente que llega a no permitirte una buena visibilidad, debes entonces considerar el porteo en la espalda, además te cansaras menos.
El ajuste del portabebés debe ofrecer comodidad para ti y para el bebé. Es importante que el portabebés mantenga un ajuste que no permita que el bebé se separe de tu cuerpo si te llegas a inclinar, pero se recomienda una holgura mínima, por ejemplo que quepa un dedo entre el fular y tu bebé.
Si dejas el fular muy flojo, al inclinarte hacia atrás para corregir la postura y mejorar la forma de llevar el peso ocasionarás que el bebé tome una postura inadecuada de su espalda y piernas; lo que declina en mala ergonomía y nada de seguridad. Y si es el caso de que el fular te quede apretado, provocarás que lleves los hombros hacia adelante provocando mayor presión a la tela lo que conlleva a aplastes la espalda del bebé, lo que afecta su ergonomía y posición natural. Debes ir ajustando el portabebés, hasta sentir la comodidad para ti y para el bebé.
Comodidad y sin tensiones. Es claro que la parte ergonómica no solo corresponde al bebé sino a quien le portea. De ese modo, ten en cuenta los siguientes tips para cuando lleves a tu bebé: 1. Espalda y hombros rectos. Ello se consigue con el ajuste correcto. 2. Los centros de gravedad del bebé y del porteador, deberán estar lo más cerca posible. De esta forma es más fácil mantener el equilibrio. 3. Conserva la pelvis en eje con las piernas y los pies en paralelo. Ello para conservar el equilibrio y de igual manera repartir el peso de forma igual entre las piernas, lo que da seguridad al momento de portear.
Finalmente queremos mencionar que el hecho de portear y permitir un movimiento más fácil en las actividades, no quiere decir que podemos hacer de todo. Así entonces no es propio, mientras porteas, hacer actividades como: conducir, montar bicicleta o patineta, cocinar, nadar entre otras actividades “extremas” que ponen en riesgo la salud del bebé y de quien lo lleva.
El momento de portear debes ser un espacio para disfrutar con tu bebé y hacer de esos momentos experiencias afables y que contribuyan al desarrollo sano de tu bebé.
REFERENCIAS 1. Odent, M. La vida fetal, el nacimiento y el futuro de la humanidad. Textos escogidos de M. Odent. Obstare. 2007. 2. Stambak, M. Tono y psicomotricidad infantil. El desarrollo psicomotor de la primera infancia. Barceloa. Pablo del Río. 1985.