Razones por qué llevar a tu bebé cerca
Levar a tu bebé en brazos
+ Le aporta seguridad. Si no está cerca se crea en él una sensación de peligro. Sentir la cercanía, el calor de los brazos, tu olor, los latidos de tu corazón hace que le recuerdo de las sensaciones dentro del útero se recuerden. Es importante que por lo menos durante los primeros nueve meses de vida sienta esa seguridad y tranquilidad que se daba durante el embarazo.
+ Reduce su llanto. Al bebé sentirse seguro y tranquilo en los brazos de su madre o de su padre, se estresará menos por los estímulos externos como ruidos, personas desconocidas o ciertas situaciones que le ponen nervioso.
+ Hace más fácil la lactancia. Gracias a la cercanía el pecho de la madre está pronto a disposición del bebé para alimentarse en cuanto lo desee, lo que también ayuda a que se aumente la frecuencia de tomas.
+ Mejora el desarrollo cerebral. El cerebro del bebé se va moldeando con base a las experiencias que va viviendo. Entonces, la crianza afectuosa, el sentirse seguro y atendido y que se responde a su necesidad de contacto ayudan mucho al desarrollo de su cerebro. Y en ello entra en juego el interactuar con tu bebé al hablarle, acariciarle, sonreírle; todo ese juego de sensaciones amorosas que revitalizan su cerebro.
+ Promueve el desarrollo físico. El bebé tiene su postura natural es con su espalda arqueada en forma de C, como se hallaba en el útero. Esta posición debe respetarse tanto en brazos como con portabebés, con las rodillas encima del culete y las piernas en posición de ranita.
+ Se favorece el vínculo afectivo. Tener al bebé en tuis brazos no es malcriarlo ni tampoco hay que sentir miedo por que se mal acostumbre. Es el momento de sostener y fortalecer el vínculo afectivo sólido que será una base fundamental para el desarrollo emocional de tu bebé. Y es así como de esta manera estás más pendiente de sus señales y necesidades, en una palabra; conectados.
+ Alivia los cólicos del bebé. Aunque no se sabe cuál es la causa cierta de los cólicos, pero en caso de dolor abdominal se recomienda cargar al bebé boca abajo, pasearlo y mecerlo, para de esta manera ayudarle a tranquilizarse.
+ Disminuye el reflujo. Llevar al bebé durante unos treinta minutos luego de alimentarse, sosteniéndolo en posición horizontal o semi horizontal, ayuda a que el reflujo disminuya.
+ El bebé dormirá mejor. Todo porque el contacto piel a piel le recuerda, en medio del calor, los latidos y más, que se siente como el útero y descansará más a gusto.
+ El bebé tiene todo lo que necesita. En los brazos el bebé sabe que sus necesidades básicas serán satisfechas, que son un entorno que le hacen feliz. Son los brazos de su madre que le cuidan y protegen, son el amor en un abrazo.
+ Reduce su llanto. Al bebé sentirse seguro y tranquilo en los brazos de su madre o de su padre, se estresará menos por los estímulos externos como ruidos, personas desconocidas o ciertas situaciones que le ponen nervioso.
+ Hace más fácil la lactancia. Gracias a la cercanía el pecho de la madre está pronto a disposición del bebé para alimentarse en cuanto lo desee, lo que también ayuda a que se aumente la frecuencia de tomas.
+ Mejora el desarrollo cerebral. El cerebro del bebé se va moldeando con base a las experiencias que va viviendo. Entonces, la crianza afectuosa, el sentirse seguro y atendido y que se responde a su necesidad de contacto ayudan mucho al desarrollo de su cerebro. Y en ello entra en juego el interactuar con tu bebé al hablarle, acariciarle, sonreírle; todo ese juego de sensaciones amorosas que revitalizan su cerebro.
+ Promueve el desarrollo físico. El bebé tiene su postura natural es con su espalda arqueada en forma de C, como se hallaba en el útero. Esta posición debe respetarse tanto en brazos como con portabebés, con las rodillas encima del culete y las piernas en posición de ranita.
+ Se favorece el vínculo afectivo. Tener al bebé en tuis brazos no es malcriarlo ni tampoco hay que sentir miedo por que se mal acostumbre. Es el momento de sostener y fortalecer el vínculo afectivo sólido que será una base fundamental para el desarrollo emocional de tu bebé. Y es así como de esta manera estás más pendiente de sus señales y necesidades, en una palabra; conectados.
+ Alivia los cólicos del bebé. Aunque no se sabe cuál es la causa cierta de los cólicos, pero en caso de dolor abdominal se recomienda cargar al bebé boca abajo, pasearlo y mecerlo, para de esta manera ayudarle a tranquilizarse.
+ Disminuye el reflujo. Llevar al bebé durante unos treinta minutos luego de alimentarse, sosteniéndolo en posición horizontal o semi horizontal, ayuda a que el reflujo disminuya.
+ El bebé dormirá mejor. Todo porque el contacto piel a piel le recuerda, en medio del calor, los latidos y más, que se siente como el útero y descansará más a gusto.
+ El bebé tiene todo lo que necesita. En los brazos el bebé sabe que sus necesidades básicas serán satisfechas, que son un entorno que le hacen feliz. Son los brazos de su madre que le cuidan y protegen, son el amor en un abrazo.