La lactancia es diferente para todas
No te culpes. No cabe duda que la leche materna es la mejor fuente de alimentación y nutrición para tu hijo y que estás en todo el derecho de hacerlo en lugar que desees y las veces que te parezca necesario.
Se presentan situaciones que pueden interferir la lactancia, como el paladar hendido, el frenillo corto, baja en la producción de leche por alguna causa, bebés inquietos, bebés que pierden peso en lugar de subir, conductos bloqueados, mastitis, abscesos, hongos, historial de abuso sexual o prevenciones con tu propio cuerpo. Bajo tales condiciones, algunas madres siguen adelante con la lactancia mientras que otras deciden no iniciarla o abandonarla.
Afrontando la Diversidad en la Lactancia
En medio de tal situación debes sentirte muy segura y protegida, seguro no faltarán los juicios y señalamientos, desconociendo lo que pasa en tu interior. Es difícil ir aceptando que dicha situación se da y más si era algo que esperabas abordar con todo el deseo de tu corazón.
Puedes llegar a sentir sentimientos de culpa al pensar que has fallado como madre en la lactancia. Es una situación donde deberás estar muy acompañada y ser muy comprendida, quienes estén ahí deben apoyarte sin juzgar, comprendiendo lo que sientes y dándote apoyo.
Lo importante es tener en cuenta las circunstancias que envuelven a la madre en estos casos, ya que se debe ser cuidadosos con que se sientan complejos de culpa bajo la presión de amamantar. El acompañamiento debe ser completo, es decir, y sí es el caso no deben despertarse sentimientos de culpa al no darse. No te sientas sola ni culpable, si bien la lactancia es un momento de suma relevancia debe ser comprendida en todas sus manifestaciones, incluso cuando se ve restringida.