Seguridad Y Portabebés
El uso seguro de un portabebé
La espalda es la parte esencial a cuidar, luego es importante que no se usen telas finas ni portabebés que de alguna manera provoquen mucho distanciamiento con él. En el caso que tu bebé sea grande puedes hacer uso de la bandola para paseos cortos o para estar en casa. Para paseos largos se recomienda el uso de un fular rígido, el mei tai o una mochila grande que distribuya el peso de tu bebé entre la cadera.
Si es tu caso el presentar problemas en la espalda, debes hacer una consulta médica antes de disponerte al uso del portabebés. De la misma manera has pruebas para determinar bien cuál es el adecuado teniendo en cuenta la edad del bebé y para el momento en que desees usarlo.
Es importante considerar un buen ajuste y una posición correcta, para que las vértebras lumbares se permitan quedar liberadas y el peso quede correspondientemente repartido.
Una de las ventajas si tienes problemas de espalda, es que al tener las manos libres no tensionas los brazos como si sucedería al no usar un portabebés. Consecuentemente tu espalda se relajará y quedará con menos carga y llevarás al bebé en una mejor postura. Desde luego debes evitar los dobleces en la tela al realizar el porteo, de este modo no te lastimas o dejas marcas incómodas. El tener las manos libres ofrece seguridad para realizar cualquier movimiento e incluso al presentarse un riesgo de caída. En el caso de usar el portabebés esta confianza se aumenta ya que al tener una buena posición y ajuste, la seguridad es para ambos. Además que puedes verificar y corregir la posición de ser necesario y de darse una caída tu bebé está bien sujeto a ti y con las manos puedes protegerte mejor.
Consideramos una posición natural al cargar a tu bebé en los siguientes casos:
* Cuando el bebé no lleva sus piernas colgando hacia abajo sin mucha presión en su columna y en su cadera.
* Cuando el bebé queda en posición de ranita, es decir, sus rodillas quedan por encima de sus nalgas.
* Al quedar su columna redondeada.
* Al quedar la barbilla del bebé separada de su pecho, provocando que sus vías respiratorias queden libres.
* Cuando la tela está debidamente ajustada para poyar el cuerpo del bebé y liberar las vértebras de la madre.
* Al estar el bebé de cara a ti y dando la espalda al mundo.
Abrazando tu cuerpo, con la cabecita por encima de tu pecho, cerca de la clavícula y sin obstáculos físicos entre ambos. Es decir, cerca de tu corazón y de tus besos. Debe evitarse el uso de portabebés con diseños no apropiados como el estilo nido, o muy profundos y con elásticos en los bordes que no permiten imitar la oposición como si lo llevaras en brazos ni tampoco permiten ver la cara de tu bebé, quedando muy abajo y cubierto por la tela; porque ello se reflejará en molestias en tu espalda y el bebé se verá con la respiración restringida. Si te decides por el uso del portabebés, bien para paseos largos o cortos, es de suma importancia que aprendas sobre cómo usarlos con seguridad y comodidad, aplicando las correctas posiciones que beneficie a ambos, permitiéndose el contacto cercano deseado. Recuerda que lo importante es proteger con amor.
Una de las ventajas si tienes problemas de espalda, es que al tener las manos libres no tensionas los brazos como si sucedería al no usar un portabebés. Consecuentemente tu espalda se relajará y quedará con menos carga y llevarás al bebé en una mejor postura. Desde luego debes evitar los dobleces en la tela al realizar el porteo, de este modo no te lastimas o dejas marcas incómodas. El tener las manos libres ofrece seguridad para realizar cualquier movimiento e incluso al presentarse un riesgo de caída. En el caso de usar el portabebés esta confianza se aumenta ya que al tener una buena posición y ajuste, la seguridad es para ambos. Además que puedes verificar y corregir la posición de ser necesario y de darse una caída tu bebé está bien sujeto a ti y con las manos puedes protegerte mejor.
Consideramos una posición natural al cargar a tu bebé en los siguientes casos:
* Cuando el bebé no lleva sus piernas colgando hacia abajo sin mucha presión en su columna y en su cadera.
* Cuando el bebé queda en posición de ranita, es decir, sus rodillas quedan por encima de sus nalgas.
* Al quedar su columna redondeada.
* Al quedar la barbilla del bebé separada de su pecho, provocando que sus vías respiratorias queden libres.
* Cuando la tela está debidamente ajustada para poyar el cuerpo del bebé y liberar las vértebras de la madre.
* Al estar el bebé de cara a ti y dando la espalda al mundo.
Abrazando tu cuerpo, con la cabecita por encima de tu pecho, cerca de la clavícula y sin obstáculos físicos entre ambos. Es decir, cerca de tu corazón y de tus besos. Debe evitarse el uso de portabebés con diseños no apropiados como el estilo nido, o muy profundos y con elásticos en los bordes que no permiten imitar la oposición como si lo llevaras en brazos ni tampoco permiten ver la cara de tu bebé, quedando muy abajo y cubierto por la tela; porque ello se reflejará en molestias en tu espalda y el bebé se verá con la respiración restringida. Si te decides por el uso del portabebés, bien para paseos largos o cortos, es de suma importancia que aprendas sobre cómo usarlos con seguridad y comodidad, aplicando las correctas posiciones que beneficie a ambos, permitiéndose el contacto cercano deseado. Recuerda que lo importante es proteger con amor.